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Niños que se quejan por todo, ¿cómo podemos ayudarles?



Algunos niños son especialmente gruñones y pesimistas. Es como si solo se fijasen en lo negativo de las situaciones que viven, en aquello que les sale mal, o no tienen. Tienden a anticiparse a lo que va a suceder pensando que las cosas no van a salir bien, lo que hace que se nieguen a intentar nuevos retos, ya que piensan que o bien no van a ser capaces de asumirlos o el resultado será negativo.


No son conscientes de sus recursos y capacidades, se valoran y valoran la realidad de una forma sesgada, y eso les genera inseguridad e insatisfacción consigo mismos. Esta forma de enfrentarse a la realidad les impide muchas veces ponerse a prueba, vivir con éxito nuevas situaciones, aprender a tolerar la frustración y a encontrar alternativas ante las adversidades.


Es muy importante que estos niños aprendan a percibirse a sí mismos y al mundo que les rodea de una forma más realista, a valorar los aspectos negativos y los positivos para poder aprender de los primeros y reforzar los segundos.


Teniendo en cuenta la importancia de que los niños se sientan bien consigo mismos, y desarrollen unas adecuadas estrategias de afrontamiento en su día a día, ¿qué podemos hacer como padres para ayudar a los hijos a valorar la realidad de una forma más ajustada?


  • Valora cada situación por separado, no es lo mismo que el niño se niegue a hacer una determinada tarea, que negarse a hacer cualquier cosa.

  • Ayúdale a practicar aquello que se le da peor, lo más probable es que mejore y eso le hará ganar seguridad.

  • Plantea metas asequibles. Es importante empezar trabajando aquellos comportamientos en los que sabemos que el niño va a tener éxito, e ir aumentando la dificultad a medida que vaya ganando destreza.

  • Enfatiza la importancia de esforzarse. Cuando las cosas no salen bien, hay que buscar alternativas, la solución no es quejarse.

  • Elogia tanto las situaciones en las que tenga éxito como sus aproximaciones.

  • Evita centrar tu atención en él/ella cuando se muestre gruñón/a, esto es, que se dé cuenta de que recibe más atención cuando se esfuerza que cuando se queja.

  • No le presiones cuando se agobie. Si ves que se bloquea, dale tiempo para calmarse, antes de seguir necesita desconectar y tranquilizarse.

  • Valora lo que sabe hacer, dile todo lo que se le da bien, por poco importante que parezca debe aprender tenerlo en cuenta.

  • Enséñale a quererse como es, con sus virtudes y defectos. Hay que ser consciente de las limitaciones, lo que importa es el esfuerzo por rendir de la mejor manera posible.

  • Intenta ser un modelo de superación, no un ejemplo de negativismo.

La actitud pesimista de estos niños generalmente deriva de su forma de percibir la realidad, sus propias capacidades y de entender el error. Se trata de que aprendan que equivocarse forma parte de la vida, de animarlos a ponerse a prueba, asumiendo que del error también se puede aprender y que lo importante es esforzarse por hacer las cosas lo mejor posible.

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